miércoles, 28 de diciembre de 2011

se nos va el año... se nos viene el año

Siempre que veo una lágrima, una depresión... siempre que escucho que fue un año atroz, me reflejo en mi propia vida. Han habido miles de anocheceres, miles de atardeceres... pero algo que sin duda alguna llega siempre, es un nuevo amanecer... siempre siguiendo las noches de tanta tristeza, los días de tanto dolor.

Esta semana termina un año más en nuestras vidas, humanamente contando, eternalmente contando, un escalón más a la escalera del crecimiento y de la realización.

Este año uno de los regalos más grandes que he tenido es haber descubierto lo infinitas que somos. Como podemos renovarnos, y de la oscuridad más profunda, pasar a un estado perfecto de luz. ¿Cómo? no existe fórmula mágica, es más bien "Creyendo y aferrándonos a nuestros sueños". No hay nada imposible, ahora lo puedo decir bien.

Si logramos entender eso, si podemos perseguir nuestros sueños como locas, si podemos dejar atrás todo eso que nos ata y nos liga al sufrimiento... entonces podremos alcanzarlo. Desatar amarras, quemar naves, y muchas veces renunciar a lo que nos causa comodidad y confort... y como aves a volar, libres por el viento, realizando los sueños que jamás cumplimos, no importa la edad que tengamos. No importando nuestro estado corporal, no importando si la gente nos acepta o no.

Vivimos consumiéndonos en una vida "polìticamente correcta" complaciendo a tantos, y frustrándonos a nosotras mismas... se murió el año... que muera con el todos nuestros tabúes, todas nuestras preconcepciones, todo aquello que no nos deja ser felices... que se vaya con el año todo lo que es "debido" para los "demás" y que venga nuestra vida, virgen, pura... moldeable a nuestras manos, a nuestro corazón, justo como nuestra alma lo desea... justo como nos hace feliz... y las noches se convertirán en día, y tardarán en llegar las oscuridades...

A todos un feliz, feliz 2012...