sábado, 13 de diciembre de 2008

sorbito a sorbito

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Es asi la vida, tomándosela con calma y bebiéndola sorbito a sorbito se saborea mejor. Cuantas oportunidades tenemos, cuando somos felices por instantes y las dejamos pasar pensando en qué pasará mañana...

El ritmo de la vida actual es no pensar... es no razonar las bendiciones que se tienen diariamente, sino una constante carrera insaciable a tener más, a querer sentir más... Estar en una relación no nos es suficiente, queremos saber, queremos avanzar a pasos agigantados, sin siquiera disfrutar de la mano sujetada, del paseo por el parque, de la noche de intimidad, del beso y el sabor de los labios del amado.

Nuestros hijos crecen y se van tan rápidamente, que no nos gozamos el dulce sabor de esas mejillas rosaditas de bebés. No nos tomamos el tiempo de saborearnos sus primeros gogleos, sus primeros garabatos... sus palabritas mal dichas. Es más, quizás nunca más nos recordemos de como sonaban cuando eran pequeñitos. Solo pensamos en lo que nos vendrá con la Universidad, el colegio, los gastos, las rebeldías, y todo lo que encierra el crecimiento...

Vamos al supermercado y llenamos la carreta de lo básico... y no nos detenemos en comprar aquella mermelada que tanto placer le da a nuestros sentidos, no nos ponemos a pensar como complacernos, con aquella cocoa tan rica que nos hace sentir en casa de nuevo cuando la tomamos... vamos muy de prisa y quizás sea correcto parar un momento y decir... quiero vivir la vida en cámara lenta...

Es porque las gentes se van... porque nuestros padres no son eternos.. porque los amigos aparecen y desaparecen... y el saborcito a canela y miel se nos va del paladar... Es porque olvidamos a lo que supo el primer beso y la caricia temprana, porque nos olvidamos de tirarnos al piso a jugar con nuestros hijos, y esa sensacion hermosa de tenerlos subidos en nuestra panza, jugando a las luchitas con nosotros, o simplemente, quedándose dormidos en una plácida noche...

Hoy que salía a comprar mi cena... respiré profundo y vi hacia el cielo, y se me apareció una luna llena, hermosa con fondo de un negro cielo... mis ojos han visto tantas de esas noches... y mi alma se ha llenado de tanta paz... yo no quiero saber lo que me depara el futuro, yo no quiero correr la carrera que todos corren, yo quiero vivir la vida y tomármela a sorbitos... asi, en el amor, asi en mis metas y así en mi vida familiar y social... quiero saborear a todo paladar los sabores que la vida me está dando en este momento...

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