Hace ya varios años me hice amiga de alguien a quien ahora quiero como a una hermana y sobre todo porque sabemos perfectamente que esta amistad no es por casualidad sino obra divina. Me refiero a esa amiga de tiempos de colegio a la que seguía por su calidad de estudio y sobre todo por su calidad de persona.
Dejamos de vernos por algún tiempo y de nuevo volvimos a encontrarnos, pero nuestro reencuentro duró poco tiempo porque el destino que Dios tenía deparado para mí y mi familia era en otro país, por lo que dejamos de vernos, pero un día el Señor me iluminó y volví a encontrarla en el lugar menos pensado. Fue maravilloso!!!, encontrar a mi amiga, mi hermana, mi confidente, es un sentimiento sin palabras. Ahora juntas recorremos nuestras vidas paralelas pero que al final se unen por un motivo o por otro. Este es el regalo más valioso que el Señor me pudo haber dado y fue que ahora tengo esa maravillosa y valiosa joya que es SU AMISTAD!!!.
Si en algún momento te sientes solo (a), no te desanimes, ora y pide con todo tu corazón al Todo Poderoso y dile lo mucho que extrañas a esa persona que en su momento fue especial y que por un motivo u otro tuvo que alejarse de tí o bien se vieron en circunstancias que les separaron. Ten confianza en El y permite que actúe, verás que antes de lo pensado, El te dará la oportunidad de volver a conectarte con esa persona tan especial.
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