viernes, 23 de marzo de 2007

La Violencia Intrafamiliar parte 2


El niño y la niña golpeados

Todos sabemos que siempre es triste y doloroso arrastrar la vida
cuando no se recibió amor, sobre todo de los padres durante la niñez. Todo el que ha estudiado siquiera un poco al ser humano,
le va a decir que los cinco primeros años de la vida dejan una marca imborrable para toda la vida, para bien o para mal.

Por eso, el privar a un niño de amor es como privar de fertilizante
a un árbol que empieza a crecer, pero el golpearlo es como
echarle veneno, lo va a terminar de matar psicológicamente
y emocionalmente, o mejor va a crecer herido de muerte.

Pero hay golpes y golpes, algunos golpes sacan sangre
o dejan morados, incluso un mal golpe puede producir la muerte,
pero hay otros más sutiles que no se ven, pero que se graban
a fuego lento no sólo en mente sino en la identidad de ese niño
o de esa niña. Se graban en su "yo", y los frutos de estos golpes emocionales se van a ver después en sus relaciones con personas significativas y en su relación con el mundo.

Me gustaría hablar un poco más detalladamente de esos golpes,
que solamente los ven o los oyen quienes los dan,
aunque no piensen en las consecuencias futuras y terribles
que van a traer en sus hijos.

Está claro, que cuando se repiten los golpes físicos,
pero sobre todo los psicológicos o emocionales,
se va agotando el amor. Nosotros los adultos sabemos
como duele el silencio, tal vez más que las palabras ofensivas.
Ese silencio es el peor de los castigos,
ahora imagínese a un niño que no ha hecho nada
y no se le habla, y no se le abraza y acaricia, cómo se va
conformando su identidad...pensemos en eso.

¿Han pensado en el daño que hacen a sus hijos, posiblemente
muchas veces sin darse cuenta, cuando en lugar de relacionarse
con sus hijos pequeños están preocupados del trabajo,
con la limpieza, etc., en forma obsesiva y perfeccionista la casa?
Son golpes lentos que van formando defectuosamente
la escultura de su hijo.

Silencio y ausencia, cuando se reprocha al hijo
los pequeños errores pero cierras tu corazón y tu boca
cuando hace algo bien. Por, ejemplo, cuando el niño empezó el kinder
e hizo un dibujo, que pudo ser cuatro rayas cruzadas,
pero que para él era una obra de arte, en lugar de abrazarlo
o alabarlo, guardaste silencio. Con ello se produce en el hijo
que aprenda a ver sólo los errores, pero no lo bueno
que hay en sus personas.

Todos estos golpes emocionales y psicológicos,
hacen tanto daño en la niñez porque el niño o la niña
no sabe defenderse; su mente apenas empieza a desarrollar
lentamente ciertos mecanismos de defensa para poder filtrar
y analizar lo que ve y oye. Su mente es como una esponja:
recibe todo. No tiene capacidad para decir esto es verdad
o no es verdad, lo que dicen es justo o injusto. Por eso
los mensajes-golpes son como olas gigantescas que llegan
sin control a lo más profundo de ese ser indefenso.
Pero que distinta es la niñez y el futuro de sus hijos
cuando ellos palpan el amor entre su padre y su madre,
cuando ellos desde pequeños ven que su madre recibe
con un beso, un abrazo al padre que llega del trabajo,
o cuando el padre viene con un ramo de flores para su esposa
o le da un beso a su esposa. Son detalles que se van grabando
en el alma de los niños, que van modelando su personalidad,
que van llenando de amor ese tanque-corazón.
Créame, esa será la mejor herencia
que podrá dejar a sus hijos.



Este tema ha sido tomado del sitio www.psicologia-online.com, y fue escrito por Paola Silva F. – Psicóloga- Santiago de Chile. Celular 09 841 3484 Correo - e: paolasilva@chile.com

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