lunes, 31 de marzo de 2008

Hacer el amor....

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Hacer el Amor

Me he dedicado incansablemente, a escribir acerca de la soledad, de las opciones de la mujer que está sola, la que sufre, la que ha sido abandonada. Pero ¿qué sucede con la mujer que tiene una pareja? ¿por qué se enfría la cama, los sentimientos, la pasión? ¿por qué de pronto dejamos que todo acabe en una fría pared, que nos divide en el mismo lecho?

Muchas personas definen el acto sexual, como "hacer el amor", y lo limitan a dos horas de sexo... sin darse cuenta que realmente, eso significa, estarlo haciendo a cada hora. No que nos convirtamos en melosas desenfrenadas... en mujeres lambisconas... sino que sea un sentimiento permanente.

Decía mi abuela: "el hombre satisfecho come en casa, y no se detiene a tomar entremeses". Te has preguntado ¿Cómo te ve tu hombre? ¿Qué le proyectas con tu trato diario? Amar no se trata solamente de palabras bonitas. De una caída de ojos profunda, o de estar lista a la hora de tener intimidad con tu pareja. Amar es una entrega... un diario, descubrimiento.

La rutina mata... y en eso se cae... dicen las malas lenguas, nada más equivocado. No significa estarse reinventando a diario, pero si, ser conscientes de que cuanto querramos para nosotras mismas, también debemos darlo. Nos gusta ver al guapo y hermoso esposo, la pareja o novio, salir de casa, arreglado, nítido, nos esmeramos en que todo vaya bien. O al menos en que se arregle adecuadamente para nosotras. Y me surje la duda: ¿y nosotras? como les esperamos, con un traje deportivo, manchado con el menú del día, el pelo con olor a ajos... el rostro grasoso, con el olor a la comida diaria. O procuramos, un arreglo para que cuando el llega a vernos... nos encuentre, como esa chica de la que se enamoró algún dia...

Intelectualmente, nos atraen los hombres que tengan mil soluciones, a la mano, nos sirven, nos ayudan, nos motivan. Y nuestro intelecto ¿cómo está? ¿Estamos dejándolo todo en sus manos? Nos ha tocado vivir en un mundo que exige que cada día estemos más preparadas. Y muchas veces echar la carga, sobre todos ellos, es demasiado. Ellos quizás en un momento, querrán encontrar alguna respuesta en nosotras. Te has preguntado sinceramente, si tu pareja te admira como persona, como compañera, más que admirarte por la comida, o el cuidado que le das....

Como amantes soñamos con ilusiones, con cosas románticas, con flores. Ellos sueñan con una mujer que les ame desenfrenadamente. Está comprobado, somos diferentes... y muchas veces al llegar al lecho... se encuentran con alguien lleno de tubos en la cabeza, con la cara embadurnada en mascarillas... ¿Alguna vez has conversado con tu pareja acerca de sus fantasías? ¿Has hecho realidad alguna? O simplemente le dices "hoy no, me duele la cabeza" y te das la vuelta. Actuar erróneo... no digo que nos volvamos complacientes todo el tiempo, pero si, encontrar el placer de podernos entregar con pasión a nuestro compañero. Rompamos tabúes... miedos infundados, es el momento de darle todo a la persona que amamos, es el momento de desbordar la ternura y la pasión, o es que acaso ¿eso se lo entregas a alguien más? No, la respuesta es no. Si la relación sexual, que te genera tanto placer es única y exclusiva entre tú y él, porque no hacer de eso una fiesta, un juego íntimo y cómplice. Descubrir juntos que genera el placer más inmenso y dejar que el amor llegue a su máxima expresión.

Los gastos, las preocupaciones, los problemas nos agobian, a todos como seres humanos. Sin embargo muchas veces, la persona que nos acompaña es quien lleva la responsabilidad mayor, en cuanto a los problemas diarios... ¿Cómo te proyectas en la sociedad que es el matrimonio? Exiges, eres egoista, te importa solo lo tuyo, y lo demás "que lo solucione él".

Existen muchas preguntas más que me plantearía al entablar una relación de pareja. Lo cierto es que "hacer el amor" requiere de mucho coraje, y de mucha sabiduría. Empieza con el beso de la mañana y termina con las salvajes caricias de la noche... y en el interín se da un juego de admiración, de dedicación, de devoción por la persona con la que compartes, la vida...

Espero que podamos reflexionar acerca de estas cosas, antes de decir que "la rutina" mató nuestro amor. Dicen que una batalla se gana, porque estamos un paso adelante de nuestro enemigo, sería bueno que nos plantearamos si estamos ofreciendo un "plus" a nuestra relación, ese algo que nos hace únicas, ese algo que emboba, arroba y enamora. Y luego mantener, la armonía, el amor, la entrega. Admiro ver parejas de largos años. No que no tengan que enfrentar problemas, sino, que han sabido encontrar la fórmula para "hacer el amor eternamente".

Lore.31.03.08

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