domingo, 6 de abril de 2008

Yo

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El yo, muchas veces queda relegado, ante las preocupaciones de los otros, de la vida misma, de los problemas. Nos escondemos. Nos da pena pensar en el "Yo". Nos vemos en cierta forma satanizadas, si en un momento apartamos tiempo, para hacer cosas para esa persona que se llama "Yo".

El desayuno, el trajín de las mañanas, el trabajo, las múltiples obligaciones. El divorcio, los problemas con el esposo, la pareja que se la pasa exigiendo todo el día, y parte de la noche también. Los compromisos y exigencias de los padres. Los hijos y sus problemas. El partido de fútbol. El almuerzo. Recoger los niños en el cole. Las ocupaciones de la tarde. El proyecto de trabajo por entregar. Y luego la cena... los niños a la cama. El esposo en plan romántico, y se acaba el día. Y el "Yo" se quedó esperando. Se quedó "on hold".

Los sueños de María, los sueños de Juan. Las ilusiones de mi esposo. Los planes de mi pareja. Las enfermedades de mi madre. El auto a reparar. Los planes para llevar los niños a la Universidad en un futuro. La compra. El presupuesto familiar. Y en un rinconcito, saltandote, con los brazos extendidos, como naúfrago en isla solitario, el "Yo" haciéndote señales de humo para que le tomes caso. Para que le prestes atención.

Que si piensas en ti. Es egoísmo. Asi te dicen, "mejor piensa en mi, atiéndeme, ponme atención". Porque según parece, pensar en esa persona (el "Yo") es narcisismo, egoísmo al máximo extremo. Y entonces surge en mi la pregunta "¿Cómo y qué le voy a dar a otros, si yo estoy vacía?"

En este punto sería bueno cuestionarnos, acerca de unas cosas importanes:
1. ¿Qué es lo que quiero para mi vida?
2. ¿Me llena mi situación actual?
3. ¿Realistamente, en dónde me veo en cinco años?
4. ¿Puedo enumerar cinco sueños propios?
5. ¿Qué he alcanzado para mi persona en este tiempo,
digamos en los dos años pasados?
6. ¿Es importante un tiempo a solas conmigo?
7. ¿Cuando vas de compras para tu familia,
comes lo tradicional, o te das gustos, premios emocionales?
8. ¿Pospones constantemente, tus compras personales
en aras, de complacer a alguien más?

Podríamos enumerar una lista interminable, con más preguntas, pero creo que el punto se estableció. La idea es esa. No escondamos el "Yo", al contrario nutrámoslo. Es nuestra fuente, nuestra fortaleza, nuestra esencia. No caigamos tampoco en la personalidad "Yo-Yo", en la cual nos limitamos exclusivamente, a pensar solo en nosotras mismas. Los extremos son malos. Y el balance, el equilibrio es lo adecuado.

Nos pasamos dedicando tanto tiempo ayudando a otros. Y nos cuesta, desprendernos un poquito de ese espíritu "solidario", para pensar un poquito en nosotras mismas. Repito, y ahora con énfasis... "Si estas vacía, entonces ¿Qué puedes ofrecerle a los demás?".

Lore.06.04.08


1 comentario:

Jinna dijo...

Cierto es que nos enseñaron desde pequeños que pensar en uno mismo es ser egoísta, pero... ¿acaso se puede pensar en otros sin saber quien es uno mismo?

Un beso